El 26 de junio, en un acto con la presencia de numerosas personalidades del arte y la cultura de nuestro país, la Universidad de la República (Udelar) entregó el título de Doctora Honoris Causa a la maestra Hebe Rosa. Este reconocimiento fue propuesto por el Consejo de la Facultad de Artes por considerar a Rosa como «protagonista y fundadora de la danza en Uruguay».

En el evento, que se realizó en la sala Maggiolo, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, destacó que Rosa es protagonista del escenario cultural uruguayo. Recordó las condiciones y marcos en los que la Udelar realiza este tipo de reconocimientos: el artículo 2 de la Ordenanza de Títulos Honoríficos establece que «el título de Doctor Honoris Causa será otorgado a quienes hayan prestado una contribución notable al progreso de la ciencia, la cultura o el bienestar general».

«Por tanto esto no es sólo el reconocimiento a una trayectoria o valía en el campo artístico y cultural, sino que la Udelar considera que las contribuciones que Rosa ha realizado son notables en el campo de la cultura y de enriquecimiento de nuestro acervo cultural como sociedad», afirmó Arim. Añadió que esas contribuciones trascienden los límites de la aldea local y se proyectan a escala más allá de fronteras, ha desarrollado un sinnúmero de actividades en distintos contextos internacionales.  

Por otra parte, Arim señaló que este reconocimiento ocurre en un momento particular de la Udelar, en el que la Facultad de Artes y dentro de ella, su Licenciatura en Danza Contemporánea, se encuentran en plena consolidación y acotó que de esta comunidad surgió la iniciativa para este reconocimiento. Finalmente se dirigió a Rosa: «Bienvenida Doctora Honoris Causa de la Udelar al selecto grupo de las personas que integran esta lista que a cuentagotas la Udelar otorga. Con esta titulación reconocemos su notable aporte a la cultura nacional; es un gusto estar presente en este acto». 

Finalizadas las palabras de Arim, se exhibió un audiovisual con un repaso de la trayectoria de Rosa; se apreciaron fotos de sus interpretaciones en diferentes obras artísticas y escenarios, así como junto a otras personalidades de la danza y la cultura, amigos, amigas y familiares.   

 

 


Una vida dedicada a la danza

Posteriormente Paula Giuria, coordinadora de la Licenciatura en Danza Contemporánea de la Facultad de Artes, expresó que era una gran alegría otorgar a Rosa este reconocimiento, que no solamente se realizaba por su trayectoria y a su condición de maestra, sino también «por ser una pionera y como un eje del desarrollo de la danza moderna que es fundamental y significativo». Destacó que Rosa ha dedicado su vida a la danza y ella misma ha manifestado que este arte ha sido «el gran sentido de su vida». Ha sido artista, maestra, formadora y formadora de formadores, por lo que sus enseñanzas han llegado de una manera u otra a la mayor parte de las personas que han transitado la danza en Uruguay, expresó Giuria, los trazos de los gestos, la corporalidad y la espiritualidad de Rosa «están en todos nuestros cuerpos, de alguna forma hemos sido atravesadas por sus materialidades, gestualidades y pensamientos». Es muy significativo cómo su enorme legado «va quedando en los cuerpos de la gente», subrayó. «Por todo esto su aporte ha sido realmente excepcional y por eso recibe hoy un reconocimiento de este tipo, destinado solamente a personas notables», afirmó. Destacó la importancia asimismo de que este fuera el primer título de Doctora Honoris Causa que la Universidad le entrega a una artista de la danza, a lo que se suma que el reconocimiento se realice en este momento en que la Facultad de Artes está fundando el Instituto de Artes Escénicas. «Por tanto es un día de celebración para la Licenciatura en Danza, para la Facultad de Artes, para la Udelar y para todo la danza uruguaya, las artes y la cultura en Uruguay», concluyó.

Lucía Naser, profesora de la Licenciatura en Danza Contemporánea también dirigió unas palabras a los presentes acerca de la figura de Rosa y fue la responsable de leer la Laudatio. El documento destaca que Hebe Rosa ha sido una protagonista y fundadora de la danza en Uruguay, docente de docentes y que su labor hizo escuela y forjó algunos rasgos significativos de la danza moderna y contemporánea en el país. También resalta que en su labor docente Hebe construyó una síntesis propia de diversos lenguajes y estéticas que pudo aprender y experimentar durante sus años de formación y actuación profesional. A lo largo de más de 60 años de carrera ha sostenido espacios de docencia autogestionados hasta hace algunos meses en los que por falta de recursos debió cerrar su academia, la «Primera Escuela de Danza Moderna de Uruguay», de más de seis décadas de existencia.

Señala asimismo que la artista -de 90 años hoy- bailó activamente hasta los 70 años y sigue siendo una referente para bailarines y coreógrafos nacionales e internacionales de pasadas, presentes y nuevas generaciones que se incorporan al movimiento de la danza uruguaya. «Una comunidad de docentes y estudiantes que nos hemos formado con ella y con sus discípulos deseamos que la máxima casa de estudios del país reconozca su labor y su aporte, realizados décadas antes de que aparecieran en Uruguay ofertas de educación formal vinculadas a la danza», expresa el documento.

Este legado, que ha sido valiosísimo para la Udelar, ha sido permanente y continúa hasta hoy, Rosa ha colaborado en múltiples instancias con la Licenciatura en Danza, tanto a través de entrevistas colectivas como de clases de técnica y movimiento, impartidas por ella como invitada al curso Historia y teoría de la danza II, unidad curricular dedicada a investigar la danza local y a desarrollar un abordaje práctico de la historia (o “historia práctica de la danza”). Su generosidad ha permitido encuentros de enorme riqueza para despertar la curiosidad de estudiantes por la historia de la danza en Uruguay. Asimismo el diálogo con Rosa ha disponibilizado archivos de gran valor para reconstruir una historia muy poco investigada: la de la danza independiente en Uruguay.

Esta vasta experiencia da cuenta de la enorme relevancia de su aporte a la constitución del campo de la danza en Uruguay así como de su influencia sobre un sinnúmero de artistas, escuelas, compañías y colectivos de danza de nuestro país. También del influjo descentralizador que implica su aportación, creando escuelas y formando docentes claves para el desarrollo de la danza en ciudades como Treinta y Tres, Rocha y Melo. Su pasión, es por otra parte, un tesoro vivo que ha compartido en los ya tres años en los que participa como invitada de clases de la Licenciatura en Danza, indica el documento.

 

 


Vasta formación y ejercicio profesional

Rosa se formó en Montevideo con el maestro Alberto Pouyanne, se perfeccionó en técnica moderna en el exterior, participó en numerosos Festivales y Seminarios en América y en Europa. En Uruguay dirigió su propio instituto, la Primera Escuela de Danza Moderna del Uruguay; además creó y fue directora hasta su retiro de la Escuela Municipal de Danza de Rocha; fue profesora de la Escuela Municipal de Arte Dramático «Margarita Xirgu» y de la Casa Municipal de Cultura de Montevideo. Fue también docente en la UNI 3-Universidad de la 3º Edad, en el Ministerio de Educación y Cultura y en la Fundación Cultural «Luis A. Tróccoli», en convenio con el Departamento de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo.

Su experiencia docente ha estado demostrada en los numerosos bailarines y profesores formados y egresados de su escuela, que llegaron a ser destacadas figuras, tanto en Uruguay como en el exterior. Como pionera del movimiento contemporáneo de danza del país, Rosa ha abierto un camino en la búsqueda del lenguaje corporal, incentivando la creatividad a partir de la técnica de la improvisación; creando un propio estilo, además de ser la principal exponente de la técnica «Limón», en el país. Documentos que aportan un testimonio de esto, son los que componen el el archivo integrado por los registros fotográficos de su obra, programas de mano, documentos de prensa y otros materiales que se encuentran disponibles en el Centro de Investigación y Documentación del Teatro Solís y que fueron cedidos generosamente a la Facultad de Artes, con el propósito de apoyar la realización de esta solicitud de reconocimiento.

«Tras sus pasos y legado, la Licenciatura en Danza de la Udelar y el futuro Instituto de Artes Escénicas encuentran un camino lleno de desafíos y preguntas, para las cuales resulta clave colocar la relación con nuestra propia historia como paso de baile ineludible para la construcción de un futuro que siga abriendo caminos a la multiplicación de la danza», expresa la Laudatio. Añade que, reconocer a las y los artistas independientes que han colaborado como ella al crecimiento de la danza local, es parte del esfuerzo que conlleva la creación de espacios para la danza en la Universidad. «Espacios que por otra parte son posibles gracias a las prácticas y saberes que son muchas veces creados en y por esfuerzos colectivos e individuales basados en la autogestión», destaca.

Naser recordó que cuando empezó a estudiar danza le describieron a Rosa como una maestra muy exigente con sus estudiantes, rígida en su método, como representante de una danza moderna desactualizada, que había que dejar atrás. «Por suerte la historia, que da chances de escuchar entre los murmullos y la grietas, me dio la posibilidad de releer su mirada y re situar su rol en el campo de la danza, de escuchar a contratiempo y conceptualmente sus gestos y su devoción, de releer su trabajo a la luz de la historia latinoamericana de la danza y los movimientos de resistencia política con los que colaboró y de los que fue parte», expresó. «Con Hebe aprendí que no todo es concepto en la danza, que la docencia es un acto desinteresado de generosidad inmensa que no tiene retribución razonable, que la danza  latinoamericana resistió a traves de vida como la de Hebe, cuerpo traficante de influencias, saberes, músicas y poemas», añadió.   

«Gracias Hebe por transformar nuestra visión de la danza y de la vida, dentro y fuera del estudio de danza, que sigas siendo escuela y camino de danzas presentes y futuras», concluyó Naser.


El don de  «abrir caminos»

La egresada de la Licenciatura en Danza, Natalia Leal, hizo uso de la palabra en representación de los estudiantes de Rosa, acerca del significado de haberla tenido como maestra. «En todas y cada una de sus enseñanzas lo que siempre nos entrega es el don de su propia transformación, de los pasos que ella misma dio para alcanzar la luz con la que siempre la vimos brillar», expresó. «Hebe fomenta la creatividad natural y la expresión libre, uniendo el movimiento del cuerpo con la comunicación espiritual», añadió. «Gracias por abrir caminos», concluyó.

Posteriormente se procedió a la entrega del título de Doctora Honoris Causa a la artista. Rosa prefirió no realizar un discurso y en cambio, un mensaje escrito de su autoría fue leído por el conductor del evento: «Agradezco la distinción que recibo hoy de la Universidad de la República, agradezco a mis padres, mi familia, mis maestros, a colaboradores y amigos, a mis alumnas y alumnos por todo su apoyo desinteresado, al público, a representantes culturales de mi país y de otros, que también han crecido en mi arte, mi total entrega», manifestaba el mensaje. 

La valiosa trayectoria y aportes de Rosa a la danza y a la cultura en general se reflejan en una de sus frases en la que expresa un pensamiento y accionar que se mantuvo durante todo el ejercicio de su carrera: «El enfoque que yo doy a mi enseñanza es: tratar de despertar al niño, al que buscamos como fuente de inagotables formas de sabiduría: el amor por los seres humanos, por la naturaleza, por la música, por los ritmos y como consecuencia, el amor por la danza, para que encuentre en esta forma de expresión, en sus diversos lenguajes, elementos que lo lleven a la creación», expresaba Hebe Rosa en 1975.

 

 


Fuente: Unidad de Comunicación de la Udelar (UCUR).
Fotos: Evelyn Chiribao, UCUR.